NUNCA TE ACOSTARÁS....SIN SABER COMO TE LEVANTARÁS

 

 

 

 

Hola a todos. Sonó el despertador esta mañana y yo  salté de la cama como un resorte, a pesar de haber trabajado toda la noche y llevar apenas una hora en la cama, es oir el ding ding del despertador y no poder evitarlo. Sonaba para anunciarnos el amanecer de un nuevo día y para decirnos...venga levantaos y llevad la niña pal cole. Y así fue, mi mujer se levantó, dio y tomó los pertinentes desayunos, preparó la niña y me recordó: "vigila de vez en cuando al niño, no vaya ser....". Claro este no vaya a ser (puntos suspensivos) es de significado muy amplio, no vaya a ser que despierte, que llore, que grite, que quiera comer, que le apetezca leer un libro o que le lea cuentos, que quiera agua o el desayuno, que se haga caquita.... es una abanico muy amplio. Así que, decidí trasladar mi cuartel general al salón, así controlo llamadas al teléfono, llamadas al timbre y controlo mejor los accesos y salidas de toda habitación, a parte de que la acústica envolvente del pasillo produce que no se me escape ni un sólo ruido. Ya estaba la guarida del león preparada, porque cuando estoy así soy como un perro vigía, un perro de presa, siempre preparado, nunca duermo, siempre con un ojo abierto y una oreja levantada, nada se escapa a mis instintos paternoanimales, en cualquier momento, pasase lo que pasase, yo estaría controlándolo todo, y así fue. Me acurruqué un poco y a espera el regreso de mi mujer y que nada ni nadie perturbe la tranquilidad del hogar. Mi mujer aprovechó para hacer unos recadillos, así que se suponía que iba a tardar un poco más de lo normal. Todo era perfecto... hasta que oí un pequeño ruido.... ajá, te pillé, a mi no se me escapa una, si es que soy como un águila que vigila el el el, bueno que vigila y no duerme, ya sabéis. El ruido va en aumento, hasta que ya se hace reconocible y legible...."¡¡¡Cariño el niño...¿Qué hace aquí?!!!, glups glups, era mi mujer, hablaba de un niño que estaba dónde no debería estar, el perro de presa se estaba convirtiendo en osito de peluche, "¿Que hace el niño aquí fuera?...Pero, es que ¿Qué niño?....Aquí fuera. Cuando veo a mi alrededor

, previa limpiada de babilla intercomisural bucal y despegar de mi frente el cojín, todo revuelto, juguetes a mi alrededor, cajones abiertos, en los baños en las habitaciones, con la plancha, con la ropa recién planchada (y no por mí aún encima). Tenía a mi lado un andador que va haciendo ruido al andar.... El osito de peluche se convertía en gusanillo de trapo. "¡¡¿Pero no te has enterado de nada?!!... era evidente que no, estuve pensando en decirle que creía que el niño me había echado algo en el vaso de agua, pero mi cabeza me dijo que me callara y aceptase mis culpas.... "no cariño, no me enteré de nada, y no sé como lo pudo   hacer, por que estuve despierto y atento toooodo el tiempo". Bueno, pues ya lo hemos recogido todo, hecho inventario, y todo en orden. El león acabó como la típica pegatina o el imán de la nevera, que pasas al lado y no le das importancia, pero siempre está ahí, un objeto meramente decorativo, que de vez en cuando guarda la lista de la compra, así me sentía yo, y no daba crédito a lo atolondrado que un puede ser, pero sobretodo, a lo sigiloso, cuidadoso, inteligente, picardioso que puede ser un niño que cuando estamos todos despiertos es como tarzán, siempre subido a algo, saltando de una lado a otro y siempre con el grito en la boca, pero en fín, otra lección que aprendo en mi vida, nunca te acostarás, sin saber como te levantarás. Un abrazo.