jueves, 10 de septiembre de 2015

HAY ALGUIEN AHIIIIIIIIII???



Resultado de imagen de dibujos de saludos


Hola a todos. ¿hay alguien ahíííí?.... así empezaba uno de mis discos favoritos, el directo de los legendarios Los Suaves "Hay alguien ahí"... Y, ¿por qué me atrevo a preguntar si hay alguien ahí?, después de tantos y tantos días, semanas y meses sin tan siquiera darme un pequeño paseo, en forma de saludo o de fe de vida, pues muy sencillo, porque cuando uno abandona, cree que le abandonan también, y eso es lo que me pasa. No es un grito de exigencia, es un simple saludo a las masas blogueras, que en otrora tiempo compartían con este humilde escribano, comentarios, anécdotas, controversias y más y más. Pero he vuelto, y he vuelto con ganas de que sea por otro largo periodo anterior al de ésta última parada. Como mis polluelos comienzan  su nueva etapa estudiantil, aquí uno, también decide coger sus  bártulos y comenzar otra nueva andadura por las etapas de los post.


Pero creo que es exigible, por vuestra parte, y también por la mía conciencia, de una explicación de mi ausencia en este blog, y en los vuestros, por supuesto. Deciros, que nunca dejé de pensar en vosotros, de todos eso momentos entrañables, simpáticos, y alguna que otra tristeza, pero siempre os tuve presentes, lo que pasa, es que hasta este preciso momento, no me arrancaba a darle a los apéndices dediles, ya sea por falta de inspiración, por pereza, por falta de tiempo, o simplemente porque no me apetecía un cuerno, lo siento, pero es así.

¿Que estuve haciendo en mi ausencia?.... queridos amigos, os lo voy a contar. Resulta, que la mía señora, la mía esposa, ha decidido meses atrás volver al mundo laboral, como otros tantos millones de españolitos. Y como son tantos a pescar, en lago tan pequeño, a veces, solo queda más remedio que hacerte tu propio lago, repoblarlo con tus propios peces, esperar a que crezcan e ir pescando lo que se pueda. Es decir, mi mujer, es una de esas y esos nuevos autónomos de tarifa plana de 50 euracos del ala. Y como ocurre en los de sangre azul, si tu consorte es rey, tu eres reina, y viceversa, por lo que, desde el momento en que decidió firmar en la Seguridad Social, el alta de autónomo, cual virus de la gripe, toda la familia, nos fuimos contagiando del autonominiosis.

Claro, para empezar a trabajar, antes hubo que formarse un poco.... ¿os acordáis de algún post en que os comentaba en que iba a ponerme de nuevo a estudiar y prepararme?, pues me adelantaron por la derecha sin comerlo ni beberlo, y así, entre que la pobre mía volvía a temporadas de biblioteca y moreno de flexo, este menda, se dedicaba, en lo que podía a la gestión casera. Uno hacía lo que podía, pero en ocasiones, era necesario supervisión y rectificación de las operaciones realizadas, por lo que al final, no solo tenía que hincar el codo, si no que repasar lo que uno creía tener controlado.

Y así fueron pasando los días y las semanas, ella cada vez más preparada y yo cada vez más como podía. Una vez concluido los estudios, con examen final en la capital de esta nuestra españa incluido, entrega de diplomas, besos varios, cena de promoción y título oficial enmarcado, quedaba lo más sencillo. Buscar pared, con local incluido a precio acorde a nuestros bolsillos con las condiciones adecuadas de geolocalización, instalación dónde colgar dicho cuadro acreditativo. Y en esto también pasaron días y semanas, hasta que encontramos uno cerquita de casa que cumplía con las expectativas. Vale, teníamos título enmarcado, local vacío, muchas ganas e ilusiones, así que, pintar, colocar suelo, iluminaciones, mobiliarios, decoraciones, publicidades varias, trámites con el ayuntamiento, solicitar ayudas y subvenciones (que nunca llegan), volver por más mobiliarios, equipos informáticos, programas para equipos informáticos, internetes y telefonías, tanto fijas como las móviles, a todo esto, dos niños en casa con sus necesidades habituales y básicas, como comer, beber, bañarse, dormir, jugar, salir..... Pero aún así, no consiguieron quitarnos la ilusión ni las ganas, eso si, la salud iba mermando como los fondos de la caja de ahorros. Pero no desistimos, y aquí estamos, con nuestro propio negocio, bueno con su propio negocio, el mio consorte claro, con su nombre en la entrada del local, todo los esfuerzos merecieron la pena. Ahora solo falta lo más importante, que la cosa vaya bien, pero eso ya lo tenemos claro, despacito y con buena letra, que paso a paso se hace camino al andar.

Y de ahí mi ausencia en los medios bloggeros. La cosa está más tranquila, y creo, que ahora, podré estar más por aquí. Disculpadme por mi ausencia y mi falta de respuesta a vuestros comentarios, intentaremos que no vuelva a pasar.

Como comenzaba este post, solo espero obtener alguna respuesta a mi pregunta.... ¿Hay alguien ahíííííííí?... he dicho...¿que si hay alguien ahííííííííí?

Un saludo