miércoles, 29 de octubre de 2014

ATENCIÓN PEAJE!!!!!!

  



Hola a todos. Voy a contaros un suceso que me ocurrió por mis tiempos mozos. Resulta que un grupo de amigos decidimos pegarnos el viaje de nuestras vidas. Hay muchas formas de hacerlo, vuelo en avión en clase bussines, país tropical de playas y chiringuitos, hoteles de cinco estrellas supra, con todo incluido. Restaurantes de lujo con comidas variadas típicas de la zona, bebidas con sombrita, climas veraniegos... ayyy, pero no, nosotros decidimos cambiar el vuelo en avión, por ir cinco personas bien apretaditas en un coche, el hotel cinco estrellas por dos tiendas de campaña, que acabaron convirtiéndose en una, ya que por pereza, algunos optamos por no montarla y dormir en el coche. Las comidas lugareñas de lujo, las trocamos por comidas campestres con nuestro propio camping gas, nuestras cazuelas, nuestro propio saco de patatas, nuestro aceitito de oliva y girasol del DIA, hasta nos apropiamos de una cortadora de fiambre manual, muy diverida por cierto, la dichosa maquinita. Solo hacían falta tres hombres musculados para usarla, uno para aguantar el embutido en cuestión, otro para darle a la manivela y un tercero para sujetar el aparato a la superficie, ya fuese una piedra, un trozo de madera, en el suelo, o sobre el propio coche. Coche, por cierto, que si pasaba más de 110 consumía como el Talgo Coruña-Madrid, así que, las limitaciones de velocidad no eran por ley, si no por necesidad, y claro, cuando no se trata de cien kilómetros, ni de doscientos, si no de más de cinco mil...pues imaginaros. Pues ahí estábamos nosotros, con un coche con sobrepeso, del cual no podíamos tirar lastre, encajonados como sardinas, decidimos poner ruta desde Coruña, hasta Roma. Un viaje de ida y vuelta, 25 días de vacaciones, con sus 25 noches, 75 comidas y un solo objetivo, disfrutar de la ruta. Por motivos de logística meter las maletas fue cosa imposible, así que decidimos comprarnos un arcón, de esos, que van sobre el capó del coche y vaciar nuestras pertenencias, sin orden alguno. Cada vez que parábamos en gasolineras o lugares de descanso, el encargado de la ropa, subía y abría el arcón e iba repartiendo ropa cual mercadillo..."calzoncillos, tenemos estos calzoncillos!!!!.... dame una de calcetines, por favor... aquí tengo unos bien desemparejados!!, con el consiguiente espectáculo gratuito que fuimos dando por todas las ciudades y pueblos en los que hacíamos parada. Pero todo tiene sus pros y sus contras. Poder visitar ciudades por las noches, como Pisa, incluso comer a los pies de la torre, sin más gente que nosotros mismos es un lujazo. No teníamos ataduras de horarios ni hoteles, de rutas. No os creáis, ducharos en una estación de servicio tiene su encanto, bueno, más bien poco, en verdad, ninguno. Pero lo pasamos bien, muy bien, increíblemente bien. Nos perdimos montones de veces, pero siempre nos acabamos encontrando con el destino correcto. El encargado de las cuentas, llevaba a rajatabla todos los gastos, por lo que ni un lujo nos permitíamos, de hecho, conseguimos acabar todo el viaje con reparto de bote, ya que no nos lo gastamos todo. Pero hubo un día en el que quisimos hacer un gasto extraordinario. El día anterior habíamos pasado noche en Pisa. El encargado de la ruta (yo) hizo indicaciones del camino a seguir, y cuando llevábamos unos 200 km de la ciudad de la torre, llegamos a un cruce, a la izquierda nuestro destino....bien!! y a la derecha Pisa, con su indicativo de 14km......¡¡¡habíamos hecho 200km para recorrer 14!!.... después de las pertinentes bromas al rutista (yo) decidimos no arriesgar más. Creo recordar que fue en Génova, donde decidimos hacer tal exceso económico. Queríamos salir de la ciudad, pero esta vez, íbamos a coger autopista. Estábamos allí, en un peaje de cuatro carriles salida, y otros cuatro entrada. Grandes colas para salir. Pero nosotros, que nos creímos los más listos, veíamos un carril, a la derecha de todo, donde camiones y turismos pasaban sin detenerse, a toda pastilla, así que pensamos, ese será gratuito, ese es el nuestro. Claro, grandes colas de ingenuos italianos y nadie se había enterado que uno es gratis, y nosotros que éramos los más listos de la comarca, allí que nos metemos.... pero la valla nunca se levantó. Nos quedamos allí atrapados, sin poder ir hacia delante ni hacia atrás, puesto que ya se había formado tal atasco a nuestra cola, camioneros y turistas mostraban su cabreo con nosotros, en forma de gestos y probablemente acordándose de la madre que nos había parido al grupo de españoles. Pues nada, marcha atrás, nosotros y todos los de detrás, caras coloradas, cada uno que pasaba nos mandaba una buena dedicatoria. Ya no nos quedaban ganas de coger más autopistas... solución... la peor posible. Coger nuestro coche, velocidad tortuga y cruzar todos los carriles salida y volver a entrar en Génova dirección entrada. Al final salió bién, el viaje y la jugada de pilotos camicaces. Resulta, que después, analizándolo todo, nos enteramos que era una de eses carriles de telepago. Coges un aparatito y te olvidas de parar en todos los peajes.Nos pareció una tecnología impresionante, en España, y menos en Galicia, teníamos de eso en aquel momento. ¿por qué os cuento esto?... Porque el otro día tuve que ir a Vigo, el día de las grandes inundaciones en la ciudad, hubo muchos cortes, accidentes, árboles caídos, atascos etc etc... Tuve que coger la autopista, cuatro peajes, con sus cuatro colas de pago, bajo la lluvia y yo con el justito tiempo de llegar al médico, así que, lo he decidido, voy a hacerme con una de esos dispositivos de telepeaje.De momento he encontrado este aparato llamado MediolanumViaT tiene muy buena pinta, y debo hacerme con una de estas ya!!, porque nunca se sabe cuando te va a hacer falta. Es un dispositivo que pones  en la luna del coche y a tirar millas. Me va a ser muy útil. No se si vosotros tenéis este aparato Mediolanum ViaT, si lo tenéis, u otro me contáis que tal os va con el. Porque aunque hoy por hoy, el estilo de viaje ha cambiado, quien sabe, a lo mejor, dentro de unos años, me veo en una situación parecida, esta vez, con mi mujer y mis hijos, y ya se sabe, para los hijos, papá es el más fuerte y el más listo, incluso, capaz de hacer magia y abrir las vallas desde la distancia.... ya me diréis. Un abrazo

miércoles, 22 de octubre de 2014

TERESA ROMERO CURADA!!!


Hola a todos. Pues por fin parece que toda ha llegado a buen término, aunque con la cautela que merece, lo que ya está claro, es que Teresa Romero ya se ha curado del ébola. Esperemos que ninguna otra persona que la haya tratado caiga en manos de éste terrible virus. Llevaba mucho tiempo queriendo escribir sobre este suceso, pero creí mejor mantener la prudencia y esperar al desenlace. Vaya por delante mi admiración de todos los que se ponen una bata blanca día a día para tratar de curar a nuestros enfermos, médicos, enfermeros, celadores... Yo era, soy y seguiré siendo un total defensor de repatriar a nuestros valientes hombres y mujeres que han decidido, por voluntad propia, arriesgar sus vidas para ayudar a los más necesitados. ¿Cómo podríamos decir?, a todos esos voluntarios, id, haced vuestro labor, ayudad a esos pobrecillos, que tendréis nuestra admiración, pero si enfermáis, no os traeremos. Creo que es de justicia, que es humanitario, que un hombre o una mujer que se ha entregado, reciba toda la ayuda de su país y que además, si así lo quiere, poder venir a morir en su casa, con los suyos. Creo que esto, lo pensamos casi todos, y da igual que sea un misionero (cura), un médico sin fronteras, uno de la cruz roja, una monjita, miembro de una ong, soldados españoles que están por África, los guardias civiles que están ayudando a encontrar a las niñas secuestradas en Nigeria, da igual quien sea, son, nuestros desconocidos héroes de países lejanos. Por lo tanto debemos protegerles y cuidarles en todo lo que sea posible, incluida, la repatriación. Evidentemente algo falló, algún fallo suficientemente importante para que una enfermera haya estado quince días debatiéndose entre la vida y la muerte en una habitación de un hospital de Madrid, algo falló, y debemos averiguarlo y darlo a conocer, para que no vuelva a suceder. Imaginaros, váis por la autopista, a 110, con el cinturón puesto, concentrados en la carretera, no habéis bebido, habéis dormido, estáis en plenas condiciones, cumplis todas las normativas a rajatabla, pero de repente, algo pasa, un rebentón, una mancha de aceite, un animal que se cruza y boom!!!, accidente, no solo corres peligro tú, si no que te puedes llevar a alguien por delante. Casi nadie está preparado para eso, tu lo hiciste todo bien y ahora estás entre la vida y la muerte y has puesto en peligro otras vidas. Existen múltiples posibles para que ocurran terribles accidentes, ajenos a nosotros. Esto pudo pasar con Teresa, o no, pero esto pudo pasar. A mi no me importa mucho como ocurrió lo que ocurrió, excepto para evitarlo en otras ocasiones, me da igual si se tocó la cara o le dio un abrazo al misionero porque lo necesitaba, me da igual, porque Teresa, era y es, una enfermera, que voluntariamente quiso ayudar a otro hombre que voluntariamente dio la vida por los demás. Otra heroína, esta vez, en tierra conocida. Y este detalle, está por encima de cualquier otro. Nunca nos preguntamos, yo el primero, en como se contagiaron los dos misioneros, es evidente, por ayudar, nunca nos preguntamos si fue culpa de ellos, es evidente, no, pues creo de justicia, tampoco hacerlo con Teresa. Ahora solo quedan dos cosas, que se termine de sanar, que lo haga bien y que no caiga nadie más en tan terrible enfermedad, y, de segundo, averiguar si los procedimientos eran los correctos, la formación adecuada y si ha habido errores organizativos y de información, y por supuesto, pulir responsabilidades, en caso de que las haya. Si queréis mi opinión personal os la diré al respecto. Creo, que el hecho de que, por ahora, una sola infectada, de cientos de sanitarios que atendieron a los tres enfermos de ébola, que el hecho se produjera en el segundo infectado y no en el primero, que por lógica debería ser el de mayor riesgo, por la menor formación, información, por la supuesta menor capacidad en equipamientos. También el hecho de que Teresa no fuese una principiante en el tema, puesto que ya había atendido al primer misionero, me hace creer, y es mi opinión, que no se trate de un problema de protocolos y equipamientos, y si, de una mancha de aceite en la carretera. Ahora hay que saber de dónde salió la mancha, esclusas pequeñas, falta de observadores, muchas horas.... Tampoco ayudó la total desinformación del gobierno al principio, del cazurro de sanidad de Madrid (a la calle ya!!), la psicosis creada por medios de comunicación y partidos políticos, que piensan más en un voto que en el problema. Teresa muy pronto ya no abrirá noticieros ni programas de debate, ahora ya importa más Ratos, Blesas y demás jetas, porque dejará de ser importante el ébola, porque por desgracia, cuando esto pase, volverá a ser un problema de negritos y de voluntarios, y nosotros a lo nuestro..... o no. Darle mi enhorabuena a Teresa y a toda su familia. Mi admiración por todos los sanitarios que trataron, tratan y tratarán a enfermos, y en especial, a todos los que arriesgan su vida en donde está realmente el problema, en África, no los olvidemos. Ahí tengo yo una amiga de juventud, en Sierra Leona, luchando, para que los problemas de ellos, no nos salpiquen en nuestras cómodas poltronas, la mía, la primera, a ver si aprendemos. Un abrazo.


viernes, 3 de octubre de 2014

QUE ASOMEN LAS VERGÜENZAS





 Hola a todos. Ahí estaba yo tan tranquilo. Había llegado como casi siempre con mucha antelación, por no esperar bajo el sol, que aún seguimos disfrutando por estos lares, me adentré cruzando el vallado a las entrañas del patio del colegio de mis niños. Como en muchas ocasiones, siempre trato de cobijarme de Lorenzo bajo una sombra, que además cubre un trozo de murete, donde yo dejo mis posaderas, en modo relajación. Hasta ahí todo normal, yo, padre respetado, sentado a la sombra en mi trozo de muro, esperando la salida de mis retoños, mientras, el resto de padres comienzan la invasión de los alrededores de mi pétreo sillón real. Pues esta era la situación, yo sentado rodeado de padres y madres y niños y niñas, tan pancho, tan tranquilo. La sombra me mantenía fresquito, y de vez en cuando, una ligera brisa aliviaba aún más el sofocante calor. Pero claro, no hay nada peor, que no hacer caso a los mensajes que te envía la madre Naturaleza, y en mi caso, en esa situación venía en forma de brisilla. Tardé en pillar lo que me decía, pero cuando lo entendí, fue uno de esos momentos de TIERRA TRÁGAME!!!!. Porque, vamos a ver, si todos están pasando calor, abanicándose con cualquier cosa que se les cae entre las manos, sufriendo y sudando....¿por qué yo estoy todo frsquito y feliciano?, me lo estaba diciendo la naturaleza, susurrándome al oido, mira para abajo tontobaba.... oh noooo!!!! ahí estaba yo dando el espectáculo de mi vida. Sentado a una buena altura, rodeado de gente y ahí, mis señoras vergüenzas queriendo asomarse al balcón!!!. Se me había roto el pantalón, justo, donde a ningún hombre decente, que quiera conservar su decencia, no debería romperse. Son estos momentos, en los que al menos, la tradición de familia, heredada de mi padre, que a su vez lo heredó de su padre, y este de su padre y este del otro y del otro y que yo dejaré a mis hijos redujo un poco el problema, o al menos lo contuvo, hablo lo de llevar ropa interior cómoda y limpia, aunque en este caso, la comodidad, fué lo de menos. ¿Y ahora que podía hacer?, estaba claro que alguien tuvo que verlo, y seguro que no pudo contenerse a contárselo a alguien, y a otro y a otro, y al final todo el colegio sabrá que yo soy el padre que lleva los pantalones con aire acondicionado incluido, y la gente me señalará, y a mis hijos, y a mi mujer, y tendremos que irnos del cole, a lo mejor de la ciudad, dejando a nuestros, hasta ahora, amigos, repudiado por la familia..... bueno a lo mejor estoy exagerando, piensa, estate tranquilo, seguro que hay  opciones para salir con dignidad de esta situación. Podrías hacerte el recién enterado y exclamar "ahí va!! si tengo roto, que vergüenza, vaya...", no se, si hago eso, todo e que no se haya enterado, se enterará yel resultado será peor. Podría esperar a que alguien se acercase y me dijese la típica frasecita condescendiente con toque humorístico, "cierra la ventana que hay corriente" o "se te va a escapar el pajarillo con la jaula abierta" o podría ser un directo "bonitos gayumbos", pero esta opción, aunque bastante improbable de encontrar alguien con la suficiente confianza para que lo diga.... yo no lo haría... podría provocar risas y comentarios jocosos de los que están al rededor. Porque esta es una de estas situaciones en las que crees que todo el mundo te está mirando, te mira o te mirará, aunque en realidad nadie se haya percatado ni siquiera de tu presencia, pero esa sensación de que todos te observan no te la quita nadie, provocando mayor incomodidad a esta situación. Podría hacerme el chulo, mirando a todo el mundo, girando de derecha a izquierda y de izquierda a derecha mi cabeza, saludando con chulería a toda la peña, saludando con un movimiento seco de cabeza arriba, en plan, "ey que pasa? que tal?, se lo que estás viendo y me da igual, es moda, porque yo soy moda", pero claro, una actitud chulesca en esta situación y en este lugar, puede provocar el salir a garrotazos en el cogote, así que paso. Solo queda una opción... bajarse, agachar la cabeza, comprobar disimuladamente que en posición vertical no se ve nada, aunque esta comprobación es complicada de hacer disimuladamente. Das un saltito, haces que te limpias el pantalón dándote unas sacudidas en las posaderas, retorciendo el cuello lo más posible para ver si te habías manchado, o eso es lo que dices para disimular..."no sé si me habré manchado"... Una vez que crees que nada se ve ni se intuye, y esperando que el color, casi fluorescente de tu cara, que pareces el señor gusiluz, no llame más la atención de lo que lo habías hecho antes de lanzarte al ruedo. Corres en busca de tus hijos, esperas no encontrarte con nadie que te pare y que te hable, solo deseas largarte de ahí, con las prisas coges otro niño que no es el tuyo, suerte que te das cuenta antes de meterlo en el coche y llegar a casa, vuelves a devolver al pequeño, más tiempo, más gente, más alboroto a tu al rededor, tu cabeza te dice...."te miran te miran te miran".... vuelves a hacer la comprobación, y casi me provoco un esguince cervical, esta vez con el agobio, es menos disimulado, es más, es de todo menos disimulado, tus colores aumentan, y también los sudores, tu cabeza sigue... "se te ve todo, se te ve todo, se te ve todo...", solo piensas en sentarte en el coche, poner el aire acondicionado, desear no coger un resfriado y largarte quemando rueda. Justo hoy el profe quiere hablar....venga acaba de una vez.... no se qué de algo de la merienda, de otra cosa.... bueno, espero que su madre no me pregunte y que no sea urgente, porque no se lo que dijo, solo oía a mi cabeza "los de atrás te están mirando, te están mirando te están....". Vale se ha callado, cojo a la niña, los llevo a las carreras, casi volando, creo que me he llevado un par de madres por el camino, pero no puedo mirar atrás, estoy junto al coche, no encuentro las llaves,meto a los niños como puedo y  alaaaaa! se me han caído (las llaves), y ahora que?, no me puedo agachar.... vale, solo queda la opción de ir agachándome con el trasero contra la puerta del coche, provocando una situación absurda a la vista de los demás, casi me caigo de morros contra el asfalto, pero salvo la situación con algo de dignidad, mañana que venga mi mujer, bueno mejor, durante un mes que se encargue ella. Me siento, enciendo y salgo de allí como si no hubiese un mañana. Pongo música, hablo con los niños y me voy relajando.... menudo día, esto no me puede volver a pasar, antes de salir, comprobar costuras y posibles goteras. He llegado a casa y ya os imagináis lo que hice con el pantalón, con el día que me dio, la vergüenza que pasé.... pues lo ...lo....lo...ahora que lo pienso, lo he vuelto a dejar en sus sitio...os imagináis que al final mañana vuelvo a salir con los mismos... no creo, aunque tratándose de mí, y conociéndome bien, lo mejor será seguir con la tradición familiar y ponerme unos bonitos, por si acaso, nunca se sabe. Un abrazo