Hola a todos. Pues resulta que aquí estoy yo, apoltronado en mi trono, cual rey pasmado, con los ojos escaneando las paredes del salón, pasando revista a una tele apagada, a lo que un día fue pensado e ideado (solo por mi) como una vitrina de premios y trofeos, los cuales, debido a su escasez, fueron copados por copas, vasos, cocteleras y todo tipo de recipientes vidriosos y acristalados que uno pueda imaginar, y que probablemente, casi ninguno, vaya a sacar. Alguna planta que buscan la luz del sol, que entra por el gran ventanal que ocupa todo un frontal del salón. Mesa de centro, cubierta por revistas y material de coloreo de niños y algún mando, que desde aquí, no sé si es el dvd, la tele, el tdt, la cadena, ni idea y por supuesto, no pienso, ni levantarme, ni estirar el cuello más de lo necesario, pues hoy estoy en plan vagoneta, de relaxin cup in sofá major. Los sofás están completamente vacíos, excepto el que más calienta mi trasero, por desgracia para él, y por el bien de mis posaderas... si las cosas hablaran...ufff. Bueno, pues en esa fase de examinación, mis sentidos arácnidos, escaneaban objeto por objeto, foto por foto y cuadro por cuadro, no os penséis que mi casa es el museo del Prado ni la galería Tyssen, que va, pero uno que está orgulloso de sus objetos decorativos. Pero en esto, que mi instinto se paró y se fijó en un marco plateado, con foto incluida. Ahí estaba yo, y mi mujer, en el día de mi boda. Me vinieron recuerdos y preguntas y profundas reflexiones de aquel día. ¿¿Por qué?? ¿¿Por qué?? ¿¿Por qué??... como pudieron permitir algo así. Se supone que la familia está precisamente para esto, para que cuando a uno le hace falta que le digan cosas, se las digan. Como pudieron permitir que cometiera tal error, estaban allí todos, todos sabían lo que había... y nadie dijo nada, res de res. Ni hermanos, ni cuñadas, ni primos, ni padre, ni tios y tias, nadie. Incluso todos me acompañaron durante la ceremonia... y encima sonrientes y todos felicianos. Es más, mi tía me acompañó al altar como si no pasase nada.... ayyyy!!!. Si estuviese mi madre... si estuviese mi madre, jamás lo hubiese permitido, porque, ¿quién conoce mejor a una persona que una madre?, pues nadie, y esto sumado al ataque de mutismo por el forro del resto de las personas ahí presentes y en un día en que los nervios convierten tu cuerpo en pura gelatina, pues provocó lo que provocó....¡¡¡menudos pelos!!!... pero como no me avisaron de mi peinado, estaban allí, me vieron, me acompañaron a la peluquería, ¡¡incluso pagaron!!, me vieron salir del hotel, desayunaron conmigo y nada. Y ahora claro, todas las fotos y vídeos de boda... que no son pocas, salgo con un peinado a lo jack Nicholson en el resplandor, con un toque tupero a lo Willy Devile (demasiado corazón) y con un ligero toque de Chema, el panadero de barrio sésamo. Pues ahí estoy yo, presidiendo el salón desde lo alto con mi melena de tres pelos diseñada por un peluquero llamado Zeus... que claro, con ese nombre, pues no sé. Gracias a la inestimable ayuda de mi familia, y gracias a que mi mujer no salió corriendo, al ver que en el altar le esperaba un extraño personaje con un peinado más llamativo que el del payaso de micolor, tengo un motivo más para no mostrar las fotos de mi enlace matrimonial a nadie. Por lo menos, mantuve el cien por cien del tiempo, la bragueta en su sitio y la corbata perfectamente anudada. Pero ahora que me fijo y fijo más en la foto, uno se olvida de lo poco, o nada importante y se fija en lo mejor, que es la princesa que tengo al lado y su cara sonriente y llena de felicidad, si es que, el amor es ciego, y ese día, a pesar de la cabellera, fué el más feliz de mi vida, y no cambiaría nada de nada, o quizás un par de flecos... o por lo menos uno...el fle-quillo. Un abrazo.
Quieres decir, que tu cuerpo hoy manda en ti, eso es una neurona que ordeno al cuerpo hacer una organizacion mental para tomar fuerzas.
ResponderEliminaryo hablo en silencio con mis neuronas y es divertido. ya somos amigas y si las sabes escuchar te sorprenderas.
Tambien esta claro que estas enamoradisimo, sigue asi, o cada dia mas, y un dia muy lejano imaginate con ella muymuy viejcitos, un abrazo
jajajajajaja, muy bueno (y espera que a medida que pasa el tiempo, ese peinado de Zeus y otras cosas llaman más la atención)
ResponderEliminarLo que ocurre es que nadie nos dice que tenemos que estar como todos los días, ya que cuando nos miramos, pasado un tiempo, no nos reconocemos, parecemos muñequitos de torta.
ResponderEliminarSaludos
....divertidísimo tu relato hasta casi al final no me he dado cuenta que guardabas una sorpresa...tu cabellera y peinado
ResponderEliminarja ja ja en la foto de la boda !!!! Muy ameno y logrado, te felicito.
Encantada de conocerte. Me gusta, que te haya gustado mi blog y espero vuelvas, un saludo-amigo de Begoña
dulce ;)
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, yo estoy tumbada en mis sofas cama baratos también reflexionando...de vez en cuando viene bien.
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