Hola a todos. Ahí estaba yo, sentado en el coche, bajo la oscuridad que cualquier planta de garaje pueda tener. Mis manos se habían quedado ancladas al volante y apenas reaccionaban a las indicaciones que le daba mi mermado cerebro. Solo el dedo meñique hacia amago de obedecer a mis deseos, pero ni tan siquiera él, era capaz de dar señales de una salud mínima. El dolor de mi cuerpo era tan intenso, que en aquel mismo instante empecé a conocer partes de mi cuerpo que no sabía que estaban ni se le esperaban. la idea era sencilla. Mi cerebro recibiría mi deseo de abrir la puerta y salir del coche y subir a casa, lo transmitiría mediante el sistema nervioso neuronal a mis músculos, ligamentos, huesos y todo sistema que gestione el movimiento del humano cuerpo y ya está. Pero algo no iba bien, no se si mi procesador no procesaba el proceso a proceder, o simplemente el buen procesador que procese buen procesador será, pero aquí nada de nada. Conseguí un ligero movimiento de mano derecha, con ligero esbozo de sonrisa, en el momento en el que se iluminó el garaje y un sonriente vecino me dio la despedida al pasar con su flamante BMW. Realmente mi cara era de SOS, pero a cambio recibí un "buenos días ¿que tal?"...¿que tal?¿que tal?, estoy encajado en el habitáculo de mi monovolumen, sin poder moverme y me das los buenos días.... serán para tí, que te mueves grácil cual gacela, pero yo tengo menos movimiento de brazos que la venus del nilo. Pues nada, había que salir sea como sea y conservando plenamente una dignidad que en otrora, parecía haber perdido. Mi cuerpo empezó a reaccionar, salir fue un suplicio y cerrar la puerta del coche no os quiero ni contar. Cuando comencé a subir las interminables escaleras camino de casa,con un ay! por peldaño, iba pensando en la situación y en el origen de la misma. No podía presentarme en mi casa, ante mi mujer con estas pintas y con estos andares de faraón momificado. Ya me lo veía venir... "Ya te lo dije yo" "si es que te crees un crio" "los años pasan""esto no es para ti".... si es que es eso amigos. Resulta que he retomado lo que hacía cinco años que no hacía, volver a jugar al fútbol con los compañeros de curro. Y claro, mi cuerpo ha reaccionado cual pastilla esferscente en vaso de H2O. Se deshacía y se cubría por completo de agujetas. Pero uno tiene su orgullito y dignidad, y no podía permitir que mis solos 36 añicos, pareciese que había sido poseído por un hombre de noventa. Y es que encima es eso, en el partido, hay hombres de seis o más décadas que me han pegado un meneo. Uno que ya había sido ultrajado en el terreno de juego,encima, para llegar a casa, y tener que reconocer que está como si le hubiese pasado el tren de mercancias por encima. Así que, he optado por lo que casi todo hombre haría, llegar a casa, decirle a mi mujer que todo genial, que estoy como una pluma y que estás deseando que llegue el próximo encuentro. Entretanto, a disimular los dolores como uno buen pueda, y a recuperarse, que entre niños, casa y trabajo no hay mucho tiempo para el relaxin cup in plaza major. De momento creo que va bien, aunque ya he observado alguna miradita y sonrisilla de reojo, y después de este post, imagino que no tardará en enterarse, porque ya se sabe... se pilla antes a un cojo que a un mentiroso..... ¿¿o era al revés???. Un abrazo.
Jolín qué susto¡ pensé que te había dado un jamacuco
ResponderEliminarTienes 10 años menos que yo, y ya estás así? pues espera,espera¡
Espidifen, siempre en el bolsillo
Jaaa me ha hecho mucha gracia, tu entrada.
Bss
Jo, me estaba asustando conforme leía, pensando que te había dado un yuyu. Nada, nada, a seguir jugando con tus colegas, ya verás como al final te "desoxidas".
ResponderEliminarEsos dolores solo ocurren los 100 primeros partidos, a partir de ahí, si no te has descoyuntado del todo, ya no te dolerá nada y tu cuerpo te responderá cómo el de un quinceañero.......me pasó a mi cuando recomencé con la natación hace 9 añosy ahora mi cuerpo ya no se queja y si dejo un día de nadar hasta me pide a gritos que le lleve al agua. Saludos
ResponderEliminarJaja, al principio vaya susto pero luego ya, me he partido con tu entrada.
ResponderEliminarSi es que el cuerpo si no le damos movimiento...
Ánimo con las agujetas!
Un abrazo,
http://quedateenminube.blogspot.com.es/
Los sexagenarios sanotes no deberían jugar... ¡Nos ponen en evidencia!
ResponderEliminar¡Muy bueno!
Un abrazo.
Hola!!! Que cierto!!! ...Las esposas nos damos cuenta de todo!!! nada de fingir que no duele!!!
ResponderEliminarEl relato en el auto con los dolores encima y el vecino saludando como si nada me hizo reir!!!
Que te mejores!!!
¡¡A recuperarse...!!
ResponderEliminarQue no falte el sentido del humor.
Un fuerte abrazo.
No te preocupes, te falta entrenamiento. En unos días serás mejor que Messi! Eso sí, no abandones la faena pues será peor.
ResponderEliminarSaludos
http://siempreseraprimavera.blogspot.com
Superando las muchas veces la nostalgia de tus escrito, siempre fantásticos, hoy he vuelto y otra vez estoy convencido que si escribieras una semana de tu vida, necesitarías 1.000 folios. Es increíble el poder que tienes de hacer de un minuto ... 3 días. Un abrazo
ResponderEliminarJajaja (esto después de leer el desenlace), pensé que te había pasado algo, pero ya veo que no, que todo queda en ná. A seguir, que poco a poco ¿quién dijo Messi?
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu buen humor.
A ti te ha pasado por jugar al futbol. A mi que soy sexagenario, me ocurre cada vez que juego con mi nieto de 4 años. Pues como que no sabes, si no haces ese tipo de ejercicio habitualmente, terminamos hechos polvo. A recuperarse. Un saludo
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