Hola a todos. Aprovecho una pausa en la labor de pintura para contaros una cosa curiosa que me pasó el otro día. Debo reconocer y reconozco, que no me gusta mucho ir de compras, aguanto lo justo y necesario, a partir de los diez minutos ya empiezo a ponerme nervioso y a salirme ciertas urticarias corporales de difícil control. Mis ojos buscan continuamente el veredicto del reloj, a pesar de no llevar reloj. Mi cabeza desea con fuerza oir por el altavoz que tengo que ir a mover mi coche, o que por razones ajenas a ellos deben cerrar a la cuestión de ya!!. Mis pies no paran de moverse sin sentido de un lado a otro, y mis manos, de vez en cuando tocan algún artículo, sin saber muy bien lo que tocan, creando, en ocasiones, situaciones de complicada explicación, como aquella vez, en la que mis ojos se recuperaron del nublado y me volvió la vista plena, observé entre mis extremidades prensiles una faja faja, y en frente, una señora deseosa de que la soltase, para incarle el diente, bueno el diente no exactamente. La cuestión, es que diez minutos parecen poca cosa, pero da para mucho, aunque para mi mujer, compañera inseparable en tales menesteres, no le de ni para empezar. Yo soy de los que necesitan un pantalón, dos polos, un gallumbo y unos calcetines y no me salgo para nada del plan trazado, no hay nada más en el establecimiento, ni carteles blancos, rojos ni amarillos, yo tiro para alante... y claro, eso no es ir de compras, es simplemente ir a comprar.... que es lo que a mí me gusta. Pero resulta que el otro día iba predispuesto a ir de compras, mi mente la llevaba abierta a todo tipo de posibilidades, me lo iba a tomar con calma e intentar disfrutar. Fuera hacía mucho calor y dentro, había aire acondicionado. Llegamos y zas!!!. Fuimos a coincidir en pensamiento y obras con el resto de habitantes de la ciudad y alrededores, las playas debían estar desérticas, todos estábamos allí. Mi mujer, cinturón negro en estas lides, no tuvo problema, en seguida se mimetizó con el entorno y comenzó a acaparar con prendas de posible interés para todos. Yo tuve mi momento de parálisis general, de ojos como platos y con el canguelo de verme envuelto en una avalancha de mujeronas y maridones corriendo en masa a por la última oferta de último minuto. Así que, hice de tripas corazón y me lancé a la locura de buscar un trofeo. Entre manos, brazos, cabezas y cabezones, conseguí hacerme con una ansiada prenda, un par de pantalones. Desde la distancia enseñé a mi mujer la mercancía y vi en sus ojos el orgullo de ver que esta vez sí estaba en serio, pero pronto se tornaron en estoy perdiendo tiempo mirando para mi marido. Así que me fui al probador todo contento, creía que sabía mi talla, ¿como no iba a saber mi talla?, por supuesto que sí, sigo manteniendo el tipazo de cuando era un joven adolescente, nada ha cambiado. Cuando llego al probador...ala!!!, ahí estaba la mitad de la ciudad!!. Pues a esperar, total, ya casi pasaban los diez minutos y no tenía ningún síntoma. En la cola, comienzan los picores, miro el reloj, pero solo por si mi mujer me está esperando, mis pies empiezan con el baile de San Vito. Por fin se acerca mi turno. Cojo probador. Empiezo a ponerme los pantalones y nnnn uffff aggg ainñññ no me entran ni aunque me unte en vaselina... mi cabeza ya empieza.....hacer cola para que encima no me entren, menudas tallas más pequeñas, si yo sigo siendo el mismo, debemos irnos, estoy harto, ya llevamos 2 horas por lo mennos (25min tiempo real). Busco a mi mujer y nos vamos. Allá que salgo del probador y ALARMA ALARMA!!! Aire fresquillo, menuda sensación más rara, con el calor que hacía...AHHH!!!, no me puse mis pantalones, estoy en gallumbos, corre para dentro otra vez. Si es que con estos diseños modernos a cuadritos, que parecen pantalones, pues uno que no se da ni cuenta, suerte que no me vió nadie, o eso creo, así que me dirijo a mi mujer, que no se dió ni cuenta de mi ausencia y empiezo con lo de siempre, a ver si consigo sacarnos de allí, porque aunque uno no quiera, no se puede ir contra la naturaleza, y mi naturaleza, son de diez minutos, ni uno más ni uno menos, que se la va a hacer. Un abrazo.
Lo que te ocurre, creo que le pasa al 90% de los varones del mundo mundial. Aunque te diré, que a pesar de ser mujer, a mí también me gusta ir a comprar, que no de compras. No me gusta perder el tiempo, y no entiendo lo de necesitar la aprobación de todas las amigas, madre, hermanas, y vecinas antes de comprar un simple vestido.
ResponderEliminarEn fin, hay gente para todo, y ya se ve que el qeu no está en la playa, está de compras.
A mí me dice una mujer lo que tú acabas de decir, "a mí también me gusta ir a comprar, que no de compras", y ya me ha 'enamorao'.
EliminarDescribes a la perfección lo que nos ocurre a los que no somos compradores compulsivos. A mi me ocurre lo mismo a los diez minutos ya me he hartado de recorrer pasillos.
ResponderEliminarSaludos.
Total que te quedaste con 25 minutos de "sin comprar nada", haberlas venir y encima luciendo tipo en gayumbos:-))
ResponderEliminar(enorme carcajada........mis disculpas por no poder aguantarla)Todo esto es "contranatura" ya que tu naturaleza da hasta los 10 minutos. Chiquillo te conviene hacer un cursillo intensivo de "compra rápida entre tumulto por rebajas super rebajadas" porque resulta que esta situación no es tan facil de superar para inexpertos en estas lides..................en esta circunstancia me encuentro yo también.Saludos.......Por cierto ¿conseguiste gayumbos nuevos para la próxima aventura en las super rebajas? :-))
No te preocupes, todos los hombres sufren del mismo mal!!
ResponderEliminarSaludos
NO SE OS PUEDE SACAR DE CASA !!!
ResponderEliminarYo no puedo aguantar eso.
ResponderEliminarPrefiero una buena pelea que ir de compras.
Saludos.
Hola!! muchas gracias por pasarte por mi blog,
ResponderEliminaraca estoy para retribuir la visita y seguirte pq me ha encantado el tuyo! me hiciste reir, pq aca en casa es alrevez la cosa! mi marido pasa horasluz!! en la parte de herramientas. yo voy directo al grano, pongo en el carrito lo q necesito y si pudiese ni me quedaba en la fila para pagar! saldria corriendo. ODIO IR DE COMPRAS, ODIO!!! me pongo nerviosa, me dan dolores de panza, transpiro, me pongo de mal humor!!! jajajajaa.
No son todas las mujeres amantes de las compras, aca ves una excepcion! jijiji.
besos y seguire por aqui.
Confieso que me he reído con la situación! jajaja. Por lo menos lo intentaste.
ResponderEliminarUn abrazo!
jajaja, si es que cuentas tus compras de una manera que parece un sacrificio, pero sabes que? lo mismo me pasa a mi, yo voy a por una cosa y es la que lleve pensada de casa, nada de dar vueltas que me pongo nerviosa, y cuando llevo más de cinco minutos sin saber que comprar pienso y que leches hago aquí? Un besazo.
ResponderEliminarJaja...ay! esos aires fresquillos...no me extraña porque con estos calores tu estabas cómodo y alá, "pa casa", jaja...
ResponderEliminarPero ¿qué os pasa a los hombres con las compras? si queréis ir guapos habrá que comprar ropa...ahora es cuando me toca decir...¡hombres!!! jeje
Un abrazo!!!
No eres el unico que se resiste acompañar a la patrona cuando va de compras mi apreciado amigo
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMuy amena tu anécdota. Pues aunque parezca mentira nunca voy de compras; cuando necesitamos algo salimos expresamente para comprar lo que sea, sin montoneras; en días alejados de aquellos en los cuales existen compromisos y se llenan los almacenes.
Feliz fin de semana
Menudo sois los hombres para eso de la compras.
ResponderEliminar¡¡Muy divertido tu relato!!
Buen fin de semana.
Los hombres no lleváis muy bien eso de ir de compras.
ResponderEliminarPero tienes que reconocer que, tal y como lo describes, ha sido divertido.
Un abrazo.
Jajajaaa...cuando coges una prenda para probar, nunca sólo una, verás como la próxima vez no te pasa eso:))
ResponderEliminarHay que reconocer que en las tiendas ahora se está de maravilla.
De nuevo en casa, se acabaron las vacaciones:(( pero Portugal merece la pena.
Buen fin de semana.
Un beso.
Mi marido opina que más razón que un santo. Y yo que hay que dejar actuar a los expertos en cada materia, en este caso nosotras.
ResponderEliminarCuando puedas, pásate por mi blog. Gracias y un saludo.
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