miércoles, 12 de diciembre de 2012

SALVANDO LA NAVIDAD (Cap. Primero)

 
 
Hola a todos. Corría el undécimo día del doceavo mes del año de Nuestro Señor 2012. Aquel día comenzaba como cualquier otra jornada invernal más, nada hacía presagiar la enorme y transcendental batalla que le tocaría lidiar a nuestro protagonista. El frío era intenso, y ya antes de que el astro rey asomara, nuestro hombre se había levantado para comenzar su intensa jornada laboral. Completó todas sus tareas, algunas de mejor forma que otras, pero hizo todas las tareas encomendadas para el día. Satisfecho, pero agotado,  de su jornada mañanera, cogió camino de su hogar, dónde empezaría una de sus misiones más importante hasta la fecha, de vital importancia para él y para los suyos. Con la cabeza perdida en pensamientos de grandes pitanzas y largas siestas topose al llegar a su casa con una grata sorpresa. Al entrar en salón se encontró con su bella y amantísima esposa rodeado de adornos y pequeñas figuritas que decoraban la mesa central de la estancia. Tardó el cansado hombre en darse cuenta de lo que ante sus ojos pasaba, pero en un momento de lucided, supo entender de lo que en aquel momento acababa de pasar. Su mujer había colocado con especial esmero, dedicación , cariño y orden la representación del nacimiento de Jesús, y su cara llevaba escrito, "A los niños les va a encantar". También en su semblante pudo descifrar: "Ahora es tu momento". En seguida se dió cuenta. Aquel año, en contra de la sugerencia de su esposa, cogió uno más grande, pensó que sería más digno de la obra arquitectónica que su mujer había creado. Su fiel esposa, conocedora de su increible belleza pero también de su más que demostrada torpeza, preguntole si era capaz de tal menester. Nuestro caballero, sintíendose humillado dijo: "No dudéis de mi habilidad esposa mía". Dicho y hecho. Al acabar de colocar el majestuoso abeto al lado del portal que su mujer había puesto con minuciosidad, y al recrearse en la contemplación, diose cuenta nuestro hombre del enorme error cometido. El enorme árbol amenzaba con caer sobre el Nacimiento y acabar con todo. Lo que no consiguieron disputas papales, guerras religiosas, comunismos y nuevos progres, estaba apunto de pasar en el salón, destruir el portal, La Familia y los últimamente famosos animalillos, al igual que cualquier pastorcillo que osase acercarse al lugar. Había que solucionar esto o la tragedia caería sobre esta familia y podría destrozar, quien sabe, incluso la Navidad. Pero el tiempo corría en su contra, la mayor de sus retoños esperaba en la escuela, no había tiempo. Cogió su corcel plateado de 75 equinos y corrió viento através en busca de su hija, nadie lo podía parar. En su camino rogaba que no acabase en tragedía, un mal viento, un portazo, un golpe, provocase la caída del arbol y esto desencadenase en tragedias en cadena que desestabilizase las fechas. Llegado a casa, el hombre dejó la pequeña en sus aposentos y corrió a dar solución al problema. Su amantísima esposa, estaba ya en nerviosísima esposa y su cara reflejaba un "Ya te lo decía yo". Estudiando y analizando como afrontar la batalla y conocedor que su enemigo en cualquier momento se podía abalanzar por el flanco, en un movimiento magistral y ayudado por su mujer, consiguieron enderezar el típicus abetus navideñus y asegurar que el problema había quedado zanjado. Por fín, y después de que su mujer decorara, ella solita el árbol, la familia, hijos y padres, pudieron contemplar y disfrutar de la majestuosa obra que allí estaba representada. En el descanso del guerrero escribe sus memorias y las deja aquí plasmadas, sabedor de la victoría de la primera batalla, gracias a su amada mujer, y conocedor de que no será la última, ya que amenza con ayudar en la cena de nochebuena. Un abrazo y Feliz Navidad.

15 comentarios:

  1. Ánimo que seguro que ha quedado todo de maravilla.

    Las batallas navideñas son muchas, pero la guerra es nuestra sin duda.

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    1. Por supuesto Clo, serán muchas, pero saldremos victoriosos. Un abrazo

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  2. ¡¡¡¡ Me parece que esta película ya la vi con otras "batallas" pero el mismo protagonista ...¿ no recuerdo el nombre ....? ¿ sería algo así como ... " EL HOMBRE QUE NO QUISO "PREGUNTARLE" A SU PADRE ... COMO SE HACÍAN LAS COSAS...? no estoy seguro... pero algo parecido era..¿ tu sabes el nombre de la película ...? GRACIAS. jajaja

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    1. Hola Eugenio, ya sabemos eso de que la historia, si no se aprende, siempre se repite, y que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en una misma piedra. El nombre de la peli aún no está decidida, pero vas por buen camino. Un abrazo

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  3. Hola releante, salvaste la navidad y también tú te salvaste para ver la siguiente navidad...
    Un abrazo. Fernando.

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    1. Ahí ahí Fernando, como me entiendes, el riesgo que pasó la Navidad, no era nada con el que corrí yo. Un abrazo amigo Fernando

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  4. Menos mal que la Navidad, a pesar del peligro que corrió, quedó salvada...........Un año casi se me arruinan a mí debido a un grave accidente que sufrieron los Reyes Magos y provocado por mi caballero andante....menos mal que los pude restaurar (se me dan bien las restauraciones)y apenas se nota el desastre que sufrieron.Me he reído mucho con tu relato.Saludos

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    1. Uyuyuyuyuy, pobre caballero andante, seguro que dejaste las figurillas perfectas, pero el recuerdo cada vez que las sacas, seguro que está presente. Un abrazo Charo

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  5. Al papa (siempre lo he puesto con mayúscula, pero dice la RAE que ya no, pues en minúscula) le echan, de manera malévola (me he leído el libro), la culpa de los recortes navideños; mula y buey, fuera. A mí eso me hubiese pillado en un gran conflicto teológico conmigo mismo, pues nunca he sabido si la mula va a la derecha o es al revés, la mula a la izquierda y el buey a la derecha; pero mira por dónde he dado con un maestro instalador de belenes, entonces, ¿a quién pongo a la derecha a la mula o al buey?

    No obstante, desde que mi padre me quitó los indios y americanos que puse junto a los pastorcillos y lavanderas que él había colocado con esmero, no he sido muy de belenes. De tener un árbol dentro de casa tampoco, yo no lo he visto muy natural nunca eso. En fin, que tengo menos espíritu navideño que un pavo; pero ya que estamos, eso, ¿la mula a la derecha o a la izquierda? Campeón.

    Un abrazo.

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    1. Bueno bueno si a mi padre le preguntases, siempre diría, para la izquierda vale cualquier animal, pero si quieres, cada año, los pones en un lado distinto, o los cambias cada día. Digamos que estos animalillos, son buenos, así que yo les preguntaría directamente a ellos, y si no hay respuesta, pues dónde uno vea. Un abrazo

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  6. Juassssss, me parto. Menos mal que al final todo acabó bien.
    Saludos.

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    1. Si si, todo salió bien, pero hubo sus momentos, no te creas. Un abrazo

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  7. Hola Tamara, la verdad es que últimamente apenas tengo tiempo, pero intentaré buscar un hueco. Muy bonita mariposa. Un abrazo

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