LOS NIÑOS PRIMERO

 

 

Hola a todos. Con la llegada del nuevo Papa Francisco, una nueva oleada, un nuevo espíritu y una nueva brisa está cubriendo la Iglesia entrando por la puerta Vaticana. El papa Francisco, envía continuamente mensajes de naturalidad, frescura, humildad, caridad, frescura, simpatía y especialmente, por lo que conocemos de su vida siempre un mensaje de vivir la pobreza. Un mensaje que parece que enseña con el prpio ejemplo, aplicándoselo a Él mismo, que es como debe ser, aunque, por lo que sé lleva toda la vida dando ejemplo de vida en la humildad. Y claro, ahora, los que nos hacemos llamar seguidores y alumnos del Papa, pues nos toca remangarnos los pantalones y mojarnos para comer peces. Claro, esto es complicado, imitar este tipo de ejemplos es difícil, pero hay que hacerlo. Pero en mi casa hay alguien que va por delante, o mejor dicho algunos van por delante... los niños. El otro día estuvimos viendo en familia las notocias sobre el Papa y le contamos que era el nuevo Papa.... a lo que preguntó..¿dónde está el otro?.... pues lo dicho, lo estuvimos viendo y los niños miraban mientras se comian un sandwich mixto. Tocaba el baño, y a eso fuimos. Como en muchas casas, en el baño, en la bañera, además del líquido elemento, espuma a reventar, también echamos juguetes de baño, patitos de goma de varios colores, submarino con piloto incluido, tiburón y cocodrilo que saben nadar y diversos objetos más. Los metemos en el agua, a remojo, cuando pasado unos segundos comienzan las discusiones de siempre, pensaba que sería por el submarino o por el tiburón, o el patito azul, sus favoritos, pero que va!!! querían jugar con un tapón de un bote de jabón, lo demás no interesaban, querían eso, el tapón, lo llenaban de agua y lo vaciaban... para evitar discusiones le dije que primero uno y después el otro. Mientras uno jugaba, el otro esperaba con mirada atenta a ver que pasaba, y no cogía otro juguete, como me daba pena le ofrecí ottro tapón al espectante, pero me dijo un rotundo no, que él quería el de su hermana y esperaba, así que, entre todos los "lujos", como son los juguetes eligieron lo más "humilde", el tapón, y no querían uno para cada uno, si no que querían compartir. No sé si es casualidad, o no , a ver si pillaron el mensaje, pero lo que sí sé, es que es una lección de lo inculcado por el Francisco I, y parece mentira que los primeros en pillarlo y aplicarlo sean los niños, pero bueno, vamos a ver si es por lo que es, o simplemente, que los niños se divierten con cualquier cosa, lo que está claro, que la escena, es una buena lección, de que en lo más pequeño está la felicidad. De todas formas ya os contaré en el próximo baño. Un abrazo.