LA ÚLTIMA JORNADA

Hola a todos. Hoy comencé el dia dispuesto a dar carpetazo a mi aventura acuícola, dicen que si quieres, puedes. Pues bien, llevo días queriendo y no pudiendo, asique sigo queriendo, a ver que pasa. Saga como salga será la última intentona, la última jornada.Después de llevar a la niña al cole, me dirigí a la tienda de bricolage dónde compré el termo, los manguitos y todo lo que necesitaba. Entré en plan sheriff, buscaba atención al cliente. Después de buscar y buscar me dí cuenta que no había, asique me fuí a información a plantar mi queja. Hay que poner cara de seguridad, sabes que hay un problema, y es culpa de ellos. Me planto con cara seria y les cuento mi reclamación. En su primera frase ya me tiran por tierra mi argumentación, pero no debo abandonar, sigo en mis trece pero en plan, deberíais informar, yo creí...bla bla bla, al final, conseguimos un acuerdo satisfactorio para las dos partes. Cogí mis cosas y carretera para casa, que hay mucho trabajo. En este momento voy al máximo de Fe en lograrlo, estoy como el niño que hace la primera comunión, que desborda Fe y conocimientos, tántos, que son càpaces de rebatir penitencias del cura que les confiensa, yo conozco quien lo hizo, le parecía poco para sus pecados. Es la época en que le explicarias al mismo Papa la liturgia de la palabra. Pero después de la primera comunión llega la adolescencia, la Fe cae en picado y entran dudas. Esta fase me llegó cuando recomencé el trabajo, empezaban mal las cosas y dudé en conseguiro y en ser capaz, esto lo acompañé de ciertas palabras subiditas, las típicas que le pueden salir a cualquiera en plena angustia laboral. Mi mujer me da el aviso que el niño me oye y que empieza a repetir lo que digo, asique me cayo. Entro en la fase madura. Me calmo, pienso en el ahora y en el futuro, el camino que creo correcto, empiezo de cero, poco a poco y con calma. Paso a paso creo que lo estoy haciendo bién y que lo puedo lograr. Hay problemas, pero mantengo la calma. Lo monto todo, debo dar agua... la abro. Veo pequeñas gotas caer y que empiezan a hacerse más grandes y más frecuentes. Cierro el agua, sigo calmado, reaprieto, recoloco y vuelvo abrir. Salen gotas, pero esta vez son de las buenas, son dos pequeñas lagrimillas..... ¡¡¡misión cumplidaaaaa!!!... Lo he conseguido, no cae ni gota ni gota. Salgo del cuarto  y le digo a mi mujer... "ya tienes agua cariño". Asique, muchas gracias por vuestro apoyo y por vuestra atención. Prometo esperar un poco para la siguiente obra, al final, una vez hecho, era más fácil de lo que fué. Si ya veréis, cuando lo cuente en el trabajo que cambié el termo me dirán "¿Y que tal?... Buah, sin problemas... si es que lo veo. Me voy a dar un bañito en mi bañera y con vuestro permiso. Gracias. Un abrazo.