CUIDADO CON ESTE VIRUS...ES CONTAGIOSO

 

 

Hola a todos. Ahora que ha llegado el invierno,  y comienzan los fríos típicos de estas entrañables épocas, acompañados de lluvias y vientos, nos encontramos con las condiciones idóneas para todo tipos de virus, que esperando agazapados en tiempos cálidos, ahora pululan con total libertad dispuestos a fastidiarte las fiestas al meterse en nuestros cuerpos y dejando un rastro inmenso de narices rojas, moquillos y estornudos, toses bronquiales, caretos febriles, congestiones, ojos como faroles y dolores de cabezas, sumados a los típicos achaques, que algunos padecen con estos duros climas. Es lo que tiene el invierno. Cuando tienes niños en casa, el problema se multiplica por diez, y si alguno va al cole, se multiplica por cien. Cuando estás esperando para dejar a la niña, y ves que alguno de sus compis viene arrastrando moquillo, con la madre clinex en mano y  con la nariz que parece la antorcha olímpica dispuesta a cedérsela al siguiente corredor, la quiera, o no la quiera, ya echas tus cálculos, misma clase, misma mesa, hoy lo tengo en casa, misma clase, distinta mesa, a lo mejor tengo dos días de margen.. si hay suerte y es de otra clase, y no coincide en Lunes, a lo mejor libras hasta la semana siguiente, pero sabes que tocar toca. Pero el virus, extraño virus por cierto, lo trajo mi hija y se lo contagió a su hermano pequeño, es el virus de la sensibilidad. Mi hijo, no sé si por ser del género masculino, es un poco más brutote que su hermana, es muy bueno, se porta muy bien, pero es algo más brutote. A mi hija le gustan ciertas pelis que de vez en cuando le ponemos los fines de semana... en vez de tele, peli. Una de sus favoritas es la Sirenita. Le gusta mucho. La peli en sí, está bien, es bonita, tiene buenas canciones, personajes divertidos y una protagonista que a mi hija le encanta. Cuando la ve no parpadea, pero, mi hija no llora con la peli cuando a Ariel  (protagonista) le ataca un tiburón, cuando la bruja le quita la voz, cuando la intenta matar, cuando el príncipe casi muere ahogado, cuando a su padre lo dejan hecho una piltrafa, cuando el príncipe se va a casar con la mala... ella no, ella llora cuando, al final, (voy a cometer la licencia de contar el final, lo siento mucho, si os la chafo), ella se casa con el príncipe, el rey Tritón (papá de Ariel) les da la bendición a su hija y yerno y se van. Ahí, se pone a llorar como una bendita, y no para, y sigue y antes de acostarse te pregunta ¿por qué?. Lo que le dá pena, es que piensa que cuando se van los recién casados dejan al papá solo y ella no quiere que le dejen solo. Esto a un padre, debo reconocerlo, le llega a la patata, crece diez centímetros de golpe, pero mi obligación es consolarla  y explicarla que después vuelven y están juntos. Pero siempre siempre llora en esa parte. Pues bien, he aquí mi sorpresón que el otro día, le puse la peli, a él y a su hermano y en el momento del final, conscientes de lo que iba a pasar, nos asomamos y la escena era increble, los dos hermanos, cogidos de la mano, una de cuatro y el otro de dos, llorando a moco perdido porque el padre quedaba solo... ja!!. Mi hijo, que su escena favorita era la del tiburón, al ver su hermana llorar le entró a él también el virus y a llorar los dos. Hoy le dije al niño si quería verla solito y me dijo que ni hablar del peluquín, bueno me dijo simplemente que no... y le puse una de muñecos en el que no echó ni gota. Las penas entre varios son menos penas, o se llevan mejor, y los hermanitos se juntan en los momentos que lo nocesitan... bendito virus y bendito contagio y desde un punto de vista "totalmente imparcial" benditos niños. Ojalá se convirtiera en epidemia. Un abrazo.